jueves, 15 de octubre de 2015

Bendición Celestial

           

                       

                                            A mi hija.
                   
Bendición Celestial. Linda criatura.
El amor  inmortal que te profeso
lo demuestro lealmente en cada beso
que recibe el clavel, con gran ternura,

de tu frágil  mejilla. ¡Qué dulzura!
Tus cabellos dorados y el cerezo
de tu labios,  me causan embeleso
cada vez que tu lágrima madura.        

Tu seráfica faz, como una estrella
 ilumina mis noches desde el día
que el albor de tus ojos me destella.

Tus sonrisas  convierten  mi sombría
soledad, con  un júbilo que sella
con un broche  especial,  la vida mía.
 

Autor: Luis Xalin.


 (Nota:Uno de los poemas galardonados con la  Segunda Mención Honorífica en el Primer Festival del Soneto)
       

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